Nos reunimos con el servicio de rehabilitación del Hospital Obispo Polanco de Teruel

El proceso rehabilitador y la aceptación de la nueva realidad deber de englobar muchos aspectos de la persona, no sólo el físico. Las personas tratadas deberían ser atendidas por un equipo multidisciplinar que trabaje en estrecha colaboración: médico rehabilitador, fisioterapeutas, logopedas, terapeuta ocupacional…

Fuente gráfica: https://arainfo.org

La semana pasada, visitamos el Hospital Obispo Polanco de Teruel, para reunirnos con el Dr. Francisco Gallego y el Dr. Ignacio Guallar, ambos médicos rehabilitadores en el Hospital.

Durante nuestra visita, hablamos sobre cómo los roles de la Terapia Ocupacional y de cómo la figura del y de la terapeuta ocupacional podría complementar los equipos del Servicio de Rehabilitación, y de los materiales necesarios para su incorporación, según las necesidades de los casos a tratar.

La discapacidad física es un trauma que afecta en todos los aspectos de la vida, disminuyendo las capacidades físicas y limitando a la persona a la hora de llevar a cabo su vida diaria y sus ocupaciones. La población diana a la que va dirigida la atención del terapeuta ocupacional en un servicio de rehabilitación física son, personas de cualquier edad con dificultades en las actividades que realiza en su día a día, afectadas por una artrosis y/o artritis, secuelas de quemaduras o traumatismos, amputaciones, lesión medular, traumatismos craneoencefálicos, enfermedades cardiorrespiratorias, malformaciones congénitas y enfermedades neurodegenerativas cómo espina bífida, parkinson, esclerosis múltiple,…

El terapeuta ocupacional aplica la actividad como medio preventivo o terapéutico con la finalidad de lograr la armonización del paciente en relación con sus ocupaciones (trabajo, ocio, estudio, actividades de la vida diaria,..). El interés central de nuestra profesión es lograr el máximo nivel posible de autonomía y satisfacción en el desempeño ocupacional.

Algunos de los objetivos a trabajar 

  • Mejorar el desempeño de las actividades básicas de la vida diaria, de manera que se entrenará la nueva manera de conseguir ser autónomos en el vestido, alimentación, aseo, desplazamientos.
  • Reeducar las habilidades sensoriales y perceptivas, normalizar el componente motor e integrar los componentes cognitivos.
  • Que la familia aprenda a manejar la nueva situación y enseñarle a prestar la ayuda oportuna y adecuada a su familiar.
  • Identificar los problemas que pueda encontrar cuando abandone el recurso asistencial.
  • Ayudar al paciente a analizar su vida diaria: encontrando medios de simplificación de rutinas.
  • Asesorar sobre la eliminación de barreras en el domicilio y la utilización de productos de apoyo.
  • Entrenamiento en el uso de diferentes sistemas de comunicación y manejo de silla de ruedas.
  • Reasunción de los roles ocupacionales y mejora de la competencia ocupacional. Orientar en los posibles nuevos trabajos o actividades de ocio y tiempo libre que podrá llevar a cabo de acuerdo con su nivel de funcionalidad.

Desde Coptoa nos mostramos muy satisfechos/as con  el desarrollo de la jornada y esperamos que estos primeros contactos sean el inicio de una fructifera colaboración profesional.

Agradecemos al Hospital Obispo Polanco y a los doctores, su disposición y que se hayan mostrado tan conscientes y conocedores de los beneficios que aporta nuestra profesión.

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Fuente. https://zonahospitalaria.com/